jueves, 22 de febrero de 2018


La industria del transporte marítimo es de gran importancia hoy en día, debido a que tiene gran influencia en cuestiones de desarrollo social y económico, así como generadora de empleo.

Es por ese motivo que para poder asegurar el transporte, los puertos marítimos y fluviales son un factor importante y por lo tanto es necesario garantizar la seguridad de las personas que trabajan tanto en los buques como en los puertos, así como de los barcos y las instalaciones portuarias.

Es por este motivo, que tras los trágicos accidentes ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, se acordara a elaboración de nuevas medidas en relación con la protección de los buques y de las instalaciones portuarias, modificando el convenio SOLAS y encargando la redacción del “Código Internacional para la Protección Marítima de los Buques y de las Instalaciones Portuarias” (PBIB o ISPS en inglés).

La implantación de las disposiciones requerirá de una continua y eficaz cooperación y entendimiento entre todos los que tienen que ver con los buques y las instalaciones portuarias, o los utilizan, incluido el personal del buque, el personal portuario, los pasajeros, los intereses de la carga, los gestores navales, los administradores de puertos y las autoridades nacionales y locales que tengan responsabilidades en el ámbito de la protección. Las prácticas y procedimientos existentes tendrán que someterse a revisión y mortificarse si no ofrecen un nivel adecuado de protección. En interés de una mayor protección marítima, tanto el sector marítimo y portuario como las autoridades nacionales y locales tendrán que asumir responsabilidades adicionales.

El Código PBIP/ISPS referente a su ámbito de aplicación dice claramente que dicho Código es de aplicación exclusivamente en aquellas instalaciones portuarias que presten servicio a buques dedicados a viajes internacionales que sean de pasaje o de carga si estos últimos tienen más de 500 GT y el tema de estudio en cuestión es analizar el por qué no se va a tener que aplicar esta misma normativa en las marinas, ya que habitualmente son instalaciones que se encuentran muy próximas a los puertos comerciales, con escasas medidas de protección y a través de las cuales se podrían cometer actos antisociales u otros de mayor impacto como son la presencia de polizones, los tráficos ilegales (drogas, armas, etc.) y por último la actividad terrorista.

Cada autoridad de protección portuaria elaborará un plan de protección del el cual deberá tener en cuenta los resultados de la evaluación de la protección del puerto. El plan de protección del puerto aborda las peculiaridades de las distintas partes del puerto, integra los planes de protección de las instalaciones portuarias que se encuentren dentro de sus límites e incluye procedimientos de coordinación con otros planes de seguridad o emergencia establecidos en el puerto.

Asimismo, el plan de protección del puerto debe especificar, para cada uno de los niveles de protección, los procedimientos que deben seguirse, las medidas que han de aplicarse y las actuaciones que se deben emprender. 


La autoridad de protección portuaria podrá autorizar a una organización de protección reconocida para que elabore el plan de protección del puerto de uno o varios puertos cuya gestión le haya sido atribuida. 

El plan de protección del puerto se debe elaborar teniendo en cuenta como mínimo las siguientes prescripciones:
  • Definir todas las zonas pertinentes para la protección portuaria. Dependiendo de la evaluación de la protección portuaria, las medidas, procedimientos y actuaciones podrán diferir en las distintas sub zonas. Algunas sub zonas pueden precisar medidas preventivas más estrictas que otras. Debe prestarse especial atención a las interfaces entre las sub zonas, según se hayan determinado en la evaluación de la protección portuaria.
  • Coordinar las medidas aplicadas a zonas con distintas características desde el punto de vista de la protección.
  • Establecer medidas variables en función de las distintas partes del puerto, cambios en los niveles de protección e información obtenida de los servicios de inteligencia.
  • Determinar una estructura organizativa que contribuya a la mejora de la protección portuaria.
Sobre estos aspectos generales, el plan de protección portuaria debe atribuir tareas y especificar los planes de trabajo en los siguientes ámbitos:
  • Requisitos de acceso
  • Documentos de identificación, control de equipajes y carga
  • Enlace con las autoridades competentes en materia de control de la carga, equipajes y pasajeros.
  • Procedimientos y medidas para tratar carga, equipajes, combustible, provisiones o personas sospechosas, incluido el establecimiento de una zona segura.
  • Prescripciones de vigilancia de sub-zonas o de actividades que tengan lugar en las mismas.
  • Señalización.
  • Comunicación y autorizaciones.
  • Notificación de sucesos que afecten a la protección marítima.
  • Integración con otros planes o actividades preventivos.
  • Prescripciones sobre formación y prácticas.
  • Organización operativa y procedimientos de la protección portuaria.
  • Procedimientos de adaptación y actualización del plan de protección portuaria.
No cabe duda alguna que el transporte marítimo desempeña un papel crucial en el comercio marítimo internacional, siendo el medio más rentable para el transporte de mercancías a largas distancias.

Las cargas en los puertos son vistos como “presas” por diferentes grupos de delincuentes, ya sean terroristas, piratas, vándalos de cualquier índole,  el tráfico internacional de armas y drogas que es una amenaza constante, así como el robo de carga de los buques, barcazas o instalaciones portuarias.

Por tanto, para que se pueda desempeñar la labor del transporte de mercancías por vía marítima, los puertos juegan un gran rol y evidentemente la protección del puerto es fundamental en el comercio internacional, por lo cual es necesario garantizar la seguridad de todas las personas que trabajan tanto en los buques como en el puerto, además de garantizar la seguridad de los barcos y de su carga.

Estas medidas adoptadas, tendrán un impacto económico positivo y de relevancia, cuando el exportador/importador note que sus cargas estuvieron bien guardadas y embarcadas de acuerdo a las normas, lo que trae tranquilidad y seguridad a los propios.

Así mismo, las empresas navieras operan en puertos que demuestran seguridad, rapidez y confiabilidad, porque la responsabilidad de la carga tiene como participantes a todos los actores (Dueño de la carga, Operador, Transportista y Destinatario) por tanto, esa cadena debe ser única y confiable.


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